Autoobservación
Gabriel AbrahamEn la práctica de meditación, a través de diferentes técnicas, intentamos detener el pensamiento. Hay momentos en los que desarrollamos un pensamiento, lo seguimos, este se asocia con otro y nos distraemos. Pero hay un momento en el que es posible salir por un instante de ese flujo continuo para contemplarlos.
Ahí aparece un tema interesante: quién o qué es esa parte nuestra que tiene la capacidad de observar los pensamientos. A veces esta capacidad nos da un margen, pequeño, para maniobrar y detener la corriente de pensamientos, para bajarnos del caballo si vemos que nos va a llevar a un lugar al que no queremos ir.
Por ejemplo, dispersarnos si lo que necesitamos es concentrarnos.
Obtenido del perfil de instagram @derosebelgrano